Aún no tengo lista la entrada del segundo premio, pero tenía ganas de escribir sobre lo que está pasando por mi cabeza últimamente, así que aplazo la del premio.
Me he dado cuenta de estoy de 22 semanas ya. El principio ha costado un poquito por los miedos, la esperanza de que todo vaya bien, las primeras pruebas... Ahora parece que cuando una se relaja, no queda más remedio que ir pensando en el futuro: el futuro de las habitaciones de la casa, el futuro de la economía familiar, el futuro del bienestar de la pareja, el futuro del bebé...
En fín, que se avecina una avalancha de decisiones sobre las que mucha gente te pregunta y tu misma, novata en estas cosas, pues no estás muy segura de saber tomar.
Antes de que llegue el bebé, te planteas muchas cosas: Qué necesito? Qué tengo que comprar? Quiero epidural en el parto? Le daré el pecho? Pongo una cunita en la habitación de matrimonio? y sobre todo, la gran pregunta: ¿SABRÉ HACERLO BIEN?
Pues bien, he llegado a la conclusión tras escuchar a gente opinando de diferente forma sobre la misma cuestión y según sus propias experiencias, que no hay reglas de oro. Todo depende. Es cierto que lo básico, importante y lógico se sabe, pero saliendo de ahí, dependiendo de situaciones, bebés, mamás y papás...no lo sabrás hasta que no llegue el momento!
Además, queda la parte en que te tienes que poner de acuerdo con el papá. Esto son ejemplos de cosillas que mi marido y yo nos hemos puesto a pensar ahora: algunas decisiones que tomar pronto y otras no tan pronto.
- Cosas heredadas y carrito: vamos a heredar cuna, minicuna, bañera - cambiador (cómoda), trona y, si queremos carrito. Es decir casi todo. Mi sobrino tiene 1 año y poco y mi cuñada tiene todo nuevo, y de muy buena calidad. Bueno, pues estamos muy agradecidos pero la duda que nos surgió fue el carrito. Ella nos aconseja que lo usemos porque dice que a los cinco o seis meses, se compró una silla de paseo de esas que cierran como un paraguas y que está nuevo. Es un bebecar que le costó una pasta y ella me reconoce que fue un poco capricho.
Por un lado, pienso que siendo el primer bebé, heredando tantas cosas, y eligiendo un carrito que sea ligero y que luego su silla nos sirva un poco más de tiempo, podríamos gastarnos el dinero y estrenar carrito.
Por otro pienso (mi marido encaja más esta opción), que estando el carro nuevo, siendo un buen carro aunque un poco trasto (menos mal que no tengo escaleras), podría aprovecharlo en los meses "capazo" y "huevo" y gastarme el dinero en una silla de paseo en condiciones, que siempre será menos que un carrito o un trío completo.
Y ahí estamos, que no nos decidimos. Y todo porque nunca pensé en comprarme un bebecar, siempre había pensado en algo más modernito...por eso no me convence, aunque la economía es un punto fuerte, claro está. En fín, ahí nos quedamos con la duda por ahora.
- Nombre del bebé: nunca había pensado en nombres de bebé. Siempre pensé: "ya me partiré la cabeza cuando toque". Al enterarnos de que era niño, la pregunta que toca es ¿cómo se va a llamar? Así que el papá me confesó que a él le hacía ilusión ponerle su nombre. Me dijo que esa era su opción y que yo pensara una y ya decidíamos. Pues bien, a mí en realidad no me gusta repetir el nombre del padre, aunque reconozco que es un nombre que me gusta en este caso (menos mal que no se llama Wenceslao!). Así que ahora estoy mirando nombres, aunque con tantos primos varones, la lista de los que me gustan se acorta porque o ya se llaman así los primos o hijos de amigos, o me recuerdan demasiado a personas, o no me pegan con el apellido. Estoy en un dilema para tomar mi decisión. Igual, me siento un poco presionada porque el padre me ha dicho con esos ojos de pena que le haría taaaaaaaannnta ilusión... en fín, otra decisión pendiente (ésta tiene los días contados también!)
- Bautizo del niño: ésta es para más adelante pero también ha surgido la conversación. El papá es ateo (se casó en la iglesia por mí) y mantiene que no quiere bautizar al niño y quiere que elija en lo que quiere creer cuando él quiera. Eso sí, le encanta la idea de pensar en padrinos y celebrar el nacimiento del niño, pero sin iglesia. Y yo, pues la verdad, no lo tengo claro. Por una parte no veo mal como piensa, dar la posibilidad de elegir al hijo. Pero por otra, será por supestición, o por costumbre, me da cosilla que no se bautice. Y no veo sentido a la celebración ni los padrinos sin el bautizo la verdad.
Éste es otro punto en el que tendremos que llegar a un acuerdo.
Bueno, ya no sigo, porque se va a convertir en un rollo de entrada! jeje. Sólo quería contaros algunas cosas que me están rondando la cabeza ultimamente y cómo cuando te relajas en el embarazo, de pronto te caen mil preguntas: unos fáciles de responder y otras, no tanto!
Espero acertar y, sobre todo, que nos entendamos el papi y yo en las cosas del bebé: ahora y para criar a nuestro hijo.
Os mantendré informadas!